Panza arriba: estado de bienestar que adoptaba la pequeñita Col muy a menudo.



jueves, 29 de diciembre de 2011

Especially me



Una gran taza de café solo, media docena de pastas de te y un par de onzas de chocolate que me supieron a gloria, fue mi temprano desayuno después de haber podido dormir de tirón dos insuficientes horitas en el Refugio, o mas bien, en la estupenda casa rural de Crest.

Horas antes, en una noche cerrada y muy fría, Emilio, Iosu y yo, descendíamos del Col de Pinter por un empinado y abrupto sendero.
Todo mi cuerpo, con ayuda de los bastones, llevaba luchando contra el sueño ya unas cuantas horas, pero poco a poco notaba que iba perdiendo la batalla. Mis compañeros me hablaban, pero a mi me resultaba difícil seguirles el hilo de la conversación.

En cuanto oteé, con mis somnolientos y practicamente cerrados ojos, el pequeño pueblo de Crest les comente que yo me quedaba, obligado, a intentar dormir las dos horas que, como máximo, nos dejaban descansar en los refugios.
Un "Hasta Luego" para ellos;y el hombre que cuidaba del refugio y esa noche también de nosotros, me llevo hasta mi litera. Caí redondo.

Cuando deje Crest, desayunado, algo mas descansado, pero tan sucio como había llegado, no había comenzado todavía a amanecer. Hacia frío.
Tome el camino que marcaban las balizas todavía con la ayuda del frontal en la frente. Estaba solo.
Durante las siguientes horas caminé en un perfecto silencio, mientras el esperado sol no salia y la regular pista, por la cual descendía valle abajo, atravesaba un bosque de altísimos pinos.
Me sentía inesperadamente bien, muy bien. Ahora si, bien despierto y con un día por delante colmado de promesas.

Cuando llegue kilómetros después al control de Saint Jacques, el sol ascendía detrás de las montañas y las sombras que me habían acompañado durante la noche desaparecían.
Martxelo que acababa de llegar me salió a recibir. Nos saludamos, pase el control, pero quise salir cuanto antes.
Me sentía con fuerzas. Me sentía especialmente bien.

Dejar el pequeño pueblo en el fondo del valle y la pista comenzaba rápidamente a ascender en zig zag por un tupido bosque, que ocultaba totalmente la visión de las montañas que llevaban haciendonos compañía tres días.
Sin tener en cuenta todo lo que me quedaba por delante todavía, inconscientemente y valiéndome de unas excelentes sensaciones, aligeré el paso. El ritmo que llevaba era todo lo alto que podía, que podían llevar mis piernas con mas de 200 kilómetros.
Adelanté a dos compañeros y nos saludamos efusivamente.
Sudaba. El corazón me latía con fuerza, pero las piernas respondían. Y mi cabeza también.

Cuando terminé de cruzar, practicamente a la carrera aquel bosque y llegué a los pastizales, se abrió ante mi todo el valle. En el fondo, la visión de la figura del Monte Rosa con sus glaciares, me paralizo. Sin aliento. Momento en el que me quede inmóvil. Otra vez solo el silencio me rodeaba y a este, las montañas altas y distantes. 
Los primeros rayos solares de esa mañana daban de lleno sobre el hielo de los glaciares. La fotografía era preciosa. Color Rosa. 
No podía parar, debía proseguir. Seguía subiendo por aquella pradera que me llevaba hacia el Refugio del Grand Tournalin, pero de vez en cuando paraba y giraba la cabeza totalmente hipnotizado por aquella maravillosa visión.
No había cansancio. Tenía la sensación de poder saltar desde estos pastos cortos y limpiamente llegar, directo, a las montañas. No me sentía en absoluto extranjero en aquel lugar.

El camino seguía serpenteando a lo largo de la subida y poco a poco entraba en un valle mas profundo, mas estrecho y con un pequeño y rabioso riachuelo que bajaba de tierras mas altas. El valle de Ayas, custodiado por grandes paredes, entre ellas el Grand Tournalin.
Me detuve mirando en torno. No podía pedir mas.
Yo había venido a Aosta buscando esto.
Me acordé de lo mucho que había entrenado para llegar hasta aquí, de Silvia... Me estremecí, me emocioné. Me sentí el tipo mas afortunado en aquella fría y brillante mañana. En aquel mágico día.

Luego de una muy especial y breve parada, seguí subiendo la pendiente a paso vivo, buscando con la vista el famoso Refugio. Al llegar a una vuelta brusca del sendero me pareció ver un poco mas arriba la figura de mi buen compañero Iosu. Aceleré un poco mas la marcha para acercarme, pero no quise gritar ni llamarle hasta no estar junto a el. No quería romper el momento que seguro que el también estaría viviendo.

Ya a su altura: Hola Iosu, me alegro de haberte encontrado. Yo también, Asís.
Los dos sonreímos.

Que afortunados fuimos de haber podido vivir aquellos días.
De lo mejor de este año que acaba.


Cuando subía valle arriba a la vera del riachuelo, sentía que yo también Fluía como un objeto mas del cuadro. Como cuando una canción suena perfecta y llena del todo el momento.
Low, ha publicado este año su noveno disco, un discazo, C´mon.

Me sentí como esta canción. Especially me.

Col.

sábado, 24 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD

                                                   y
                                                    
                                  FELICES FIESTAS!!!



Ahora todavía y mientras no nos las muevan, prohíban o quiten, disfrutémoslas tal como a cada uno le apetezca.

Col.

martes, 20 de diciembre de 2011

Calendario deportivo.

¿Qué sera de mí en el 2012? ¿Como saberlo?

De momento ya tengo contratadas con el imprevisible Destino varias jornadas para el año que viene. Jornadas deportivas. Espero que cumpla.

Mi propósito para el año 2012 es inscribirme solamente en distancias "cortas". Dejar fuera de mi anárquico calendario las pruebas de dos noches, ó más. Donde por mis características y el kilómetraje, un tanto por ciento muy alto de los kilómetros los hago andando mas que corriendo.
Me apetece probarme, corriendo de verdad, sobre distancias de 80, 90 y 100 mil metros, jornadas de no mas de 20 horas. Y dejar en barbecho las distancias interminables.
Pruebas como Apuko Ultra Trail, Hiru Haundiak, Goierriko 2h, CCC Mont Blanc,...son las que me "sulibeyan" y las que marcaran la mayoría de mis entrenos.

Pero...siempre hay una excepción, una irregularidad, una Luz.
Esta vez la excepción se titula SWISS IRONTRAIL.
Serán 201 kilómetros, cruzando los Alpes del este de Suiza de Sur a Norte y con 11.500 metros de desnivel +.
De nuevo, con un poco de suerte, me tocara "sufrir" dos noches de insomnio.
Vuelta a encadenar inacabables ascensiones, para superar collados de mas de 3000 metros, quizás con nieve si ha habido nevadas tardías y empinadisimos descensos hacia maravillosos valles.
Gestionar las fuerzas en esas jornadas que se hacen larguísimas, siempre pendientes del tiempo y de los cortes, sera primordial. 
Uff, como me atrae todo esto.

Creía que con el Tor de Geants había saciado por completo mi ansia de aventura por una larga temporada, pero otra vez me planto cara a cara con una peripecia "parecida".

Hasta entonces toca disfrutar como he hecho hasta ahora.

Col.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Sencillez

Tiempo de falsas apariencias, de mentiras, de palabras huecas, de compromisos no asumidos,...

Una preciosa canción, una inspiradora letra y las manos de Ainhoa Moiua expresan como nadie la Sencillez de lo que debe de ser lo Esencial y de lo que no debemos dejar escapar, nunca.

"Como los recién nacidos necesito latidos
para ver con los oídos lo que mis ojos no oyen"


Zea Mays, el grupo y el titulo de la canción "Negua joan da ta".

"Elurrak joan direnean nire mendien artean
Eguzkia teloian atzekaldean da

Ateratzeko beldur da, beldur eszenikoa
Aspaldi antzeztu ez duen obra honetan

Izpi txiki txikiren bat agertuz doa gaurkoan
Poztasun handi batek besarkatzen nau

Mesedez ozen esan negua joan egin dela
Nire arima hotzak ez du sinizten eta

Laztandu nazazu orain, ur urdinen artean
Orain lainorik ez da, aurpegi biluziak
Ta larrua jotzean garrasirik ozenena,
Gordin amaigabea, negua joan da ta.

Jaio berrien antzera taupaden beharra dut orain
Belarriekin ikusteko nire begiek entzuten ez dutena

Mesedez ozen esan negua joan egin dela
Izara guztiak erre ditut eta

Soinu bakar bakarra zure bularraldean
Negua joan da ta
Borobildu zaizkit ertzak zure ondoan
Izpi lasaigarri bat
Negua joan da ta, negua joan da ta".

Col.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Lonely boy

Aprovechando el puente nos hemos escapado estos días a la capital del Reino. Pero de camino, y antes de dar cuenta del vermut de grifo, de las tostas de cabrales y anchoa de la Ardosa o de los buenos amigos, paradita en Colmenar Viejo para la I Carrera de Montaña "Cerro Marmota".

Tras pasar la noche en Tres Cantos, el domingo a las 10 de la mañana, con un día esplendido pero con mucho frió, 4º grados, nos juntamos casi 500 corredores en el Polideportivo de Colmenar para dar cuenta de los 25 kilómetros que nos tienen preparados los de la organización.

El circuito es practicamente todo por pista, cañada real, Camino de Santiago,... sin grandes desniveles, excepto alguna que otra rampa que al final del recorrido se acusa muy a pesar nuestro.

Y algún que otro paso, mas que complicado, divertido.

Al final sin grandes contratiempos, sin forzar demasiado y mas felices que unas castañuelas, cumplimos con la papeleta.
Otra prueba a la saca. Otros 25 kilómetros de monte. Otra vez huyendo, inconscientemente, del asfalto que cada día me gusta menos. 

Todas las pruebas  que suscitan en mi cierta curiosidad para el 2012, son las que se celebran lejos de carreteras asfaltadas o grandes avenidas. Retos que me obligan a entrenar de una forma mas "salvaje" y muchas veces mas Solitaria.
Que hacen que me pierda por Caminos desconocidos, que me juegue el físico en bajadas empinadas, que las jornadas de entrenamiento se disparen a seis o muchas mas horas de "sufrimiento",... que la satisfacción sea inmensa.

Camino. Solitario.
Curioso. Mis amigos The Black Keys también han recogido estos dos términos en su nuevo CD.

Col.