Arrivée

Para todo corredor, del tipo que sea, cruzar la meta es el objetivo, el sueño, el anhelo. Esa linea de meta que marca el fin.
Normalmente esa meta, la estructura montada para determinar el punto de llegada, no va acorde a la ilusión depositada en la prueba. Una simple línea marcada en el suelo, una pancarta suspendida o últimamente esos chorizos hinchables, que están muy de moda, no le dan a ese momento final, tan mágico, un valor añadido.
Es cierto que no siempre se dispone de una estructura tan singular, tan extraordinaria como la que vio y dio la victoria a Abebe Bikila en las Olimpiadas de Roma de 1960. Qué momento.

El gran Abebe cruzando descalzo y victorioso, tal como lo hizo el Emperador Constantino, bajo el Arco que se construyó para conmemorar la victoria de este en la batalla del Puente Milvio. Un arco de meta a la altura de una maravillosa victoria.
Pero pocas ciudades tienen lugares tan emblemáticos o "ad hoc", como Roma, para establecer un punto de meta ideal.
Bueno... así a bote pronto se me ocurre otra ciudad con una estructura perfecta para ello.

Genial. Esta estructura de hierro sería una meta perfecta, en una ciudad de ensueño.

El próximo sábado día 24, se celebra el Eco-Trail de París. Tres carreras 30, 50 y 80 kilómetros. Tres puntos de salida diferentes, pero un Único punto de llegada.
La torre Eiffel.
Allí estaremos. Nuestra apuesta esta vez es la "corta". 30 kilómetros de bosques, parques y pistas antes de llegar a la que esta vez sí será, una meta a la altura de nuestra ILUSIÓN.