Panza arriba: estado de bienestar que adoptaba la pequeñita Col muy a menudo.



lunes, 24 de septiembre de 2012

La bicha

Tal como se ha hecho durante siglos en los caserios de mi entorno y hoy en día se sigue haciendo pero con otras técnicas, cuán importante es guardar reservas para no pasar penurias en un futuro.

La Meta (en euskera metatu es amontonar) ha sido la forma de almacenar la mies, la paja o el heno, y así poderlo conservar durante todo el año.
Hoy en día al imponerse la mecanización las metas van desapareciendo y los horribles rollos de plastico se apilan alrededor del caserio modificando sustancialmente la estetica del paisaje.
 

Pero con una tecnica u otra la finalidad es la misma, tener reservas para aguantar en los momentos criticos...

De cara a una futura prueba en Octubre, el sábado me lancé muy tempranito al monte. Tenía ganas de kilómetros, de probarme, de pasar todo el día correteando por piedras, de olvidar una semana de más nervios de los normales, una semana anormal.
En mente tenía llegar hasta Tolosa, subiendo el Adarra y posteriormente el Ernio. Un recorrido que conozco muy bien, 65 kilómetros de disfrute.

Sin apenas desayunar salí de casa practicamente junto con el sol.

Rapidamente me alejé de Donosti, camino de Astigarraga. Me encontraba perfecto, corriendo siempre que podía, siempre que las duras rampas me lo permitian. Los primeros kilómetros son un autentico sube y baja.

Pasé Astigarraga, con 13 kilómetros ya en las patas, posteriormente Hernani. Y de aquí a Urnieta, kilómetro 20.
Rápido. Consciente de lo poco que habia desayunado para la pechada que me esperaba, dudo un instante en parar a comer algo. Pero solo un instante...Nada. Sigo. No recuerdo si meti algun gel en la mochila.
Comeré algo al bajar, ahora "voy bien". 

En el propio pueblo de Urnieta comienza la subida al Adarra. 800 metros de desnivel. La podría describir metro a metro. Es como de la familia.
...el monte no se mueve, siempre está esperándote. Acudes a él sin saber como te va a tratar. No importa lo pequeño que sea, ni la de veces que lo hayas ascendido...te la puede jugar.

Dejo Urnieta. Los primeros kilómetros son por carretera asfaltada. Cuando las rampas no me lo impiden subo corriendo. Pero ya no voy tan bien.  
Uff...dejo el asfalto y cojo la senda que me lleva hasta la cima. Lo más duro. Llevo casí tres horas y voy cada vez peor. Ahora bastante lento. Vacio. ¿donde estan mis fuerzas?
Encaro la última pala. 350 metros duros. Hoy interminables. Nunca antes había sufrido estos últimos metros, ni otros, de esta forma tan agónica. Llevo ritmo de himalayista.
Solo pienso en llegar a la cima.
Los metros finales son entre grandes piedras. Pierdo pie. No atino a avanzar derecho. Mareadillo.

Las personas que estan en la cima me ven llegar tambaleandome. Bonita imagen la mia de "montañero de postal".
Me siento despacito. No he sido capaz de saludar a nadie. 
Meto la mano en la mochila buscando "algo". Algo comestible.
Encuentro en el fondo de esta un sobre que compré en la Ultratrail de Suiza. Un sobre que un hombre majísimo me vendió asegurandome que era mano de santo, vamos...un chute en vena. "Ultra Pro Kompetition Formula" 45 gramos de polvo blanco suizo.
Como tantas veces he visto en las pelis bélicas con la famosa Sulfamida, cuando el soldado herido con una terrible herida abierta grita de dolor mientras un compañero abre el sobre y echa los polvos directamente sobre la herida para evitar la infección, yo abro el sobre y echo los polvos blancos en el bidón.
400 ml de agua directamente para dentro, a la "herida abierta". A matar la Pájara.

De trago. Según dice el sobre, sabor neutro. El sabor neutro me sabe a rayos.
 
Pasan unos diez minutos desde que llegué. Me encuentro mejor y decido bajar cuanto antes, apuro el último trago del mejunje y despacito para abajo.
Destrepo por las piedras e intento corretear un poco cuesta abajo. Me encuentro bastante mejor. Pero las piernas se quejan mucho. Toca andar.
Las dudas me asaltan. ¿qué hacer? los 65 kilómetros se me antojan gigantes hoy.
En esto, recibo un sms...Iñaki me escribe..."Tengo preparada la base para pastini arrabiata-funghi-siciliana, tojunto, para comer hoy, os apuntais?"
Se hizo la luz, lo vi claro. Nunca un sms me ha "llenado" tanto y nunca en un momento más oportuno.
Ignorando el dolor de patas corro cuesta abajo para llegar cuanto antes a la estación de Urnieta. Veinte minutos de espera y el tren a Donosti. Gracias Iñaki.
Al final solo he sido capaz de aguantar 32 kilómetros con el cuerpo serrano de hoy. Bueno.

Hacía mucho tiempo que no experimentaba un episodio igual. Desde mis antiguas cabalgadas en bici no recordaba un sensación parecida. El Vacío. Un querer y no poder. Una mala compañera para un día tan largo.

Al comienzo de este post lo escribía, tener reservas para aguantar en los momentos criticos...Unos últimos días de nervios, de una rápida, escasa y mala alimentación y un exceso de confianza, supongo que han podido ser los culpables de esta ave de rapiña. La Pajara.

Como os digo, hay que alimentarse bien, tanto física como espiritualmente y estos tipos de Seattle saben de una dieta diez.
Me encanta su nuevo disco "Mirage Rock".


miércoles, 19 de septiembre de 2012

Merece la pena

Han pasado unos días desde que terminó el Tor des Geants y poco a poco se van publicando diferentes crónicas de los afortunados que la pudieron "disfrutar" este año.
Se repiten los calificativos: Grandiosa, Durisima, Unica, Epica,...

Debido al mal tiempo y tras pasar los 75 primeros por el Col Malatra, 2930 metros y a 15 kilómetros del final, la organización tomó la decisión de retrasar la meta a Saint Rhemy en Bosses, a 30 kilometros de Courmayeur.
Yo pasé por este collado de noche. Hacía bastante frío e iba ya bastante tocado. No quiero ni pensar si hubiera tenido que pasarlo, como este año, con nieve, hielo y con temperaturas a bastantes grados bajo cero. Uff
Aquí mi amigo Edu Uribe grabando su paso por él, el año pasado.

A mi parecer la organización ha tomado una decisión acertada.

Bravo por mis compañeros: Oskar, Samu, Marcelo, Pablo, Alejandro,...todos ellos "finishers". Pablo 4 en la general, Samu el 19 y Alejandro el 26, Oskar la ha acabado por tercera vez, Bravo! y Marcelo, compañero mio durante tantas horas el año pasado, también lo ha vuelto a conseguir.

Ahora un año hasta la próxima edición. Quién sabe.

Toca seguir soñando y esta gente hace que lo consiga.

Mi amigo Iker, uno de los pocos lectores de este blog, me dice que pasa olimpicamente de los videos de música que pongo. jejeje
Vamos, Ikertxo, haz un esfuerzo con este. Merecen la pena.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Tor des Geants 2012

No me podía ir del Valle de Aosta, de Courmayeur, sin antes desearles lo mejor a estos tipos. 


A estas horas ya estaran por aquellas alturas. Cerca de las estrellas.

Mucha Suerte.

In bocca al lupo!!

viernes, 7 de septiembre de 2012

La CCC y otros

 
Estoy sentado, desayunando, junto a la ventana. Observando como se reflejan  los primeros rayos sobre el Gran Paradiso.
 


El sol ya hace casi dos horas que ha salido. Las mismas que llevo recordando lo feliz que fui hace ahora exactamente un año en estas mismas montañas.
Es curioso, las siento mías. Como si este lugar fuese donde desde pequeño hubiese disfrutado de ellas.
He buscado durante estos días, como un indiano que vuelve a su lugar de "nacimiento", esos lugares, esas montañas que tanto me hicieron disfrutar no hace tanto.
He ido recordando anecdotas, caras, comentarios, risas, penurias de esa maravillosa semana Vivida. De una forma plena. Una semana que me lo proporciono todo, que me lleno, pero que a su vez me vació, me sació por completo.
Desde entonces, nada relacionado con el monte me colma por completo. Como si nada fuese lo suficientemete grande ni importante como para dejarme satisfecho.
He intentado reeccontrar esas sensaciones en otras pruebas a lo largo del año. Pero no.
Una camiseta de finhiser, un chaleco o una buena marca no me motivan lo suficiente. Es solo quizás la satisfacción que me da verle a Silvia disfrutar de lo que hacemos lo que me empuja a seguir inscribiendome en pruebas de estas.

Con la CCC me ha pasado lo mismo. La diversión termino cuando le vi a Silvia pasarlo no tan bien, por culpa del Frio, nieve, lluvia, barro.


Hasta entonces fui uno mas del monton. De la montaña de corredores que salimos de Courmayeur y que rapido empezamos a subir en fila "india" hacia los refugios de Bertone, luego Bonatti.




Y que luego cruzamos a Suiza dirección a La Fouly, disfrutando de los maravillosos senderos.


En condiciones normales la historia de nuestra CCC hubiese tenido un final normal, feliz. Pero las condiciones "normales" en el monte son las que son y a partir de la media noche todo se ve diferente. Muy negro.


Nuestra historia duro 65 kilometros. El resbaladizo barro y unas muy pronunciadas pendientes dirección a Trient hicieron que llegasemos fuera de control.
Aun así nos quedamos muy satisfechos con lo realizado. ¿Por qué no?


Disfrutamos de esta mastodóntica prueba hasta donde pudimos o el tiempo nos lo permitió.
El retirarme no me ha supuesto ningún tipo de frustración. Me he dado cuenta que participar en esta no era más que una excusa para volver al Valle de Aosta. Y así poder enseñar a los mios este maravilloso lugar.

Ayer quise que parte de la "expedición" familiar que durante esta semana nos acompañan a Silvia y a mi, subiesen conmigo hasta el col de Nana, ascendiendo por el valle de Ayas.
Un continuo ataque de nostalgia me acompañó durante todo el día.



La minestrone del Refugio del Gran Tournalin.
Qué grande y a la vez que pequeña cosa me siento en estos lugares. Es dificil describir tal sensación. Hay que ser lo suficientemente fuerte como para vaciarte fisicamente en sus pendientes, tocar fondo, sentir su fuerza, el martillo que te deja sin respiración,... para luego sobreponerte, levantarte y sentir que no has perdido la batalla. Que tu lucha ha valido la pena.
Bueno...cosas mías.


Estan siendo unos días estupendos. Gracias a la extraordinaria compañía.