
Hoy, como buen día de Reyes que es, me he llevado un "cariñoso" e inesperado regalito de un "amigo".
No levantaba dos palmos del suelo pero al pasar junto a su Caserío me ha dejado marcado su lindo colmillo. Ha debido de confundir mi pierna con un delicioso Rosco de Reyes...ya le he advertido al casero que lo vacune contra la rabia, que no me responsabilizo de la posible infección que coja el animal tras morderme. jajaja
Son muchos y variados los "enemigos" del corremontañero.