Panza arriba: estado de bienestar que adoptaba la pequeñita Col muy a menudo.



martes, 27 de septiembre de 2011

If I ever feel better...

Sigo en una nube.
No consigo concentrarme en mis quehaceres diarios, a todo momento me vienen recuerdos de esos días, todavía nada lejanos, en los que me sentí todo un Geant, un tipo afortunado, privilegiado, por poder disfrutar de la forma que lo hice, de lo que mas me gusta.
Hasta los momentos mas chungos vividos en las horas nocturnas, ahora los recuerdo con añoranza, como momentos decisivos salvados con valentía y determinación. Una lucha de poder a poder con el sueño, el peor enemigo en este viaje.

Las personas "normales" de mi entorno que conocían este mi viaje, creen que lo que hice, lo que hicimos, es una locura, una temeridad, yo en cambio en mi caso lo veo ahora como un paso necesario, imprescindible que me ha ayudado a conocerme mejor.

He sido feliz rodeado de estos paisajes y compartiendolos con mis compañeros de viaje.
                                              Parque Nacional del Gran Paradiso.
                                                                Monte Rosa.
                                                             Monte Cervino.
                            Josu camino de alcanzar el Col di Nana 2770 metros.

    Y las alegrías compartidas con los de casa siempre son dobles.
                                                
                                               GRACIAS.



"If I ever feel better
Remind me to spend some good time with you"

Col.

4 comentarios:

  1. Sé de lo que hablas compañero que yo tambíen estoy en esa nube ... escribirlo me ha ayudado por lo menos a no temer al olvido ...
    en cuanto a lo de comer ... no consigo parar.
    Es como si temiera que el siguiente punto ristoro fuera a esta vacio ...

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  2. Impresionante tu crónica Javier. Que momentos más intensos vivimos!!!

    Muy bueno lo del punto ristoro, menuda pesadilla, llegar y no encontrar ni formaggio, ni salchichón, ni tan siquiera la moncheta Ufff.
    Fueron dias realmente únicos.
    Cuidate y mucha suerte.

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  3. A mí me ocurrió lo mismo. Es una experiencia que te deja noqueado. Al día siguiente, cuando marché camino de Milán, dejando a todos los españoles comiendo en un restaurante me dieron ganas de llorar. Dudo mucho, muchísimo que vuelva a sentir algo así en una carrera. Ahora lo sientes más intenso pero nunca perderás ese maravilloso recuerdo.

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  4. Emociones.
    Es uno de los grandes hándicaps del paso del tiempo, la memoria perdida.
    Me gustaría tener siempre frescos estos recuerdos que ahora todavía me asaltan y poder tener con quién recordar, en el futuro, esos momentos vividos.
    Un abrazo Abel.

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