Panza arriba: estado de bienestar que adoptaba la pequeñita Col muy a menudo.



domingo, 6 de febrero de 2011

Leer el prospecto.

Un problemilla técnico me ha mantenido apartado del blog durante la última semana. Semana que se me ha pasado muy rápida y en la que he seguido sumando kilómetros, corriendo o subido en el rodillo.

Nunca me he preocupado demasiado por mi peso, me mantengo desde hace años en torno a los 66 kilos. Como como una lima, y gano o pierdo peso en función de las horas de entrenamiento que meto.
El año pasado llegue a la Ehunmilak bastante fino, muy en forma, supe mantener mi peso practicamente durante todo el año y un mes antes de la prueba me coloque en 63 o menos, que me valieron para "volar" durante los 170 kilómetros.
Pero este año, estamos en febrero, y en la bascula marco menos de 64 kilos. Demasiado poco para las fechas en las que estamos. Todavía no he comenzado las tiradas largas, ni las salidas en bici de carretera que me dejan "chupau", y ya me sobran los pantalones.
Quizás me haya despistado un poco con la dieta o sea un síntoma de sobreentrenamiento.
Tengo claro que el objetivo principal de este año es el Tor des Geants, quedan ocho meses y tengo que hacer las cosas bien, con cabeza. Tan importante como el entrenar, es  gestionar bien el descanso y no despistarme con la alimentación.
Primer paso: tal como hice el año pasado estoy tomando comprimidos de Magnesio.
El magnesio, mineral, esta en quinta posición en cuanto abundancia en nuestro organismo, después del calcio, fósforo, potasio y sodio.
Entre otros efectos: actúa sobre el sistema neurologico, favoreciendo el sueño y la relajación.
Es un buen relajante muscular.
Y ayuda a fijar el calcio y el fósforo en huesos y dientes.
No soy nada aficionado a los productos farmaceuticos, pero este me ha demostrado su valía. Tomo dos comprimidos al día, y estoy encantado.

Ayer salimos a dar una buena vuelta y volvimos a casa con 20 kilometros. Hoy a la tarde he subido a Ulia y he corrido durante otros casi 20 kilometros. Los últimos a oscuras, con la luz del frontal como única iluminación. Es una sensación que me encanta.
He llegado a casa bastante cansado, y con el 1-0 del Madrid a la Real. No he querido ver nada del partido.
Cada vez me gusta menos el deporte profesional.

A oscuras y sonando en el mp3 los suecos Mando Diao.


Seguiremos.
 Col.

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